lunes, 16 de septiembre de 2013

El implante coclear

Después de un descanso veraniego merecido, volvemos a la rutina y retomamos donde lo habíamos dejado.

Hoy voy a hablaros de los implantes cocleares. Todos sabemos a grandes rasgos lo que es un audífono, ya que actualmente no es raro verlos, tanto en niños con dificultades, como en personas adultas que con la edad han ido perdiendo audición. Sin embargo, al oír hablar de un implante coclear estamos algo más perdidos.

El implante coclear, es un dispositivo electrónico que ayuda a las personas con dificultades graves de audición a recibir y procesar los sonidos, a escuchar. Se implanta quirúrgicamente.

                                            
 Hay varios tipos, pero generalmente constan de las mismas partes, algunas internas y otras externas:

- micrófono: recoge los sonidos
- procesador: selecciona y codifica los sonidos más útiles para el lenguaje
- transmisor: envía los sonidos codificados al receptor
- receptor-estimulador: se implanta en el hueso mastoides, detrás del pabellón auditivo y envía las señales eléctricas a los electrodos.
- electrodos: se introducen en la cóclea  (oído interno) y estimulan las células nerviosas.

Las partes externas e internas contactan mediante un cable y un imán.

Gracias a este dispositivo, se consiguen grandes avances en las personas que los llevan, sin embargo es necesario un gran trabajo logopédico para que funcione.
Además no todas las personas con dificultades auditivas son candidatos a un implante coclear, influyen muchos aspectos, como el tipo de sordera, la imposibilidad de beneficiarse de una prótesis convencional, etc.

Como cualquier tratamiento quirúrgico, el paciente debe someterse a unas pruebas médicas previas, y su resultado depende de muchos factores: rehabilitación posterior, buen uso del implante, pruebas periódicas, motivación del paciente, etc.
Además también influye si la sordera es prelocutiva (de nacimiento o en los primeros años de vida) o postlocutiva (tras el aprendizaje del lenguaje) y la edad de implantación.

Cuando en un recién nacido aparecen signos de deficiencia auditiva grave, es vital una rápida implantación; actualmente se están realizando en torno a los 18 meses, y los resultados son impresionantes.


Sin embargo, esto no es posible en muchos casos, ya que no en todas las comunidades, la seguridad social cubre estas operaciones. Es un tratamiento muy caro, al que no todas las familias pueden acceder sin ayuda. Al igual que no en todas las comunidades se realiza un estudio completo del recién nacido a las pocas horas, que facilite el diagnóstico precoz.
Por último os dejo un video que ilustra muy bien su funcionamiento.


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